Hoy me despierto en la mañana, con un vacío dentro de mí. Siento una angustia muy intensa: Me levanto de la cama, salgo a la terraza, miro las flores, me siento en la silla, apoyo los brazos en la mesa y cierro los ojos... Pienso en mis hijas... y siento un temor tan inmenso. Un escalofrió... y se viene a mí el recuerdo de Flora- Mi madre -quien está sentada frente a mí ...en una silla; apoyada sus manos en una mesa en el patio de nuestro jardín .Mirándome fijamente a los ojos ; hablándome de la vida ,y de su cariño. Miro su pelo, su cara, y pienso en el atardecer, cuando escuchábamos los pajaritos que cantaban en el árbol, viendo las flores. Ella me habla...yo no la escuchó, porque mi pensamiento está en otro lugar...a su vez, veo que las horas pasan tan rápido, y pronto va a oscurecer.
Flora... Persona maravillosa, humilde, esforzada e incapaz de hacer sufrir a alguien. Me dejó su ejemplo: de vivir la vida... día a día.
Todos los días nos sentábamos en el patio de nuestra casa a escribir recetas y disfrutar del atardecer. Nunca pensé que ese día iba a ser, tan diferente. Yo tenía 17 años...y no comprendí la tristeza, que transmitía su mirada.
Al pasar los años, me di cuenta que en aquel día, se despidió. Ella sabía, que no estaría más, junto a mí... pero no me di cuenta. La tenía tan cerca, que nunca pensé en perderla. Todo sucedió tan rápido. Tiempo después, falleció.
No hubo más atardecer... ni cantos de pajaritos en el árbol, ni el mirar de las flores. Sólo un vacío, que ella dejó en mí.
Falta. ¡Tanta falta que me hace! ... me pesa su partida.
Han pasado 30 años...
Al recordar aquel día siento el mismo temor, que ella reflejaba en sus ojos... y al sólo pensar... comprendo su dolor. Ahora entiendo que ella sabía que no estaría nunca más, junto a mí. Pues ahora...yo ocupo su lugar...y mis hijas están distraídas, mirando el horizonte...observando el atardecer; mientras intento decirles, sin palabras: " Hijas, disfrutemos cada momento que Dios nos da, donde nos ha permitido estar juntas... una vez más”.
AUTORA: CARMEN.
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