Al asomarse a la ventana,
la niña estaba fría como el hielo,
pero al ver al atardecer
sintió una alegría, que
la derritió como la nieve
y sus ojos brillaron como las estrellas
al correr al mar .
Siento que me abraza
con sus olas.
Siento escalofrío:
miro el cielo y…
pronto me cubrirá con sus nubes y
me abrigara el sol con sus brazos.
POEMA INEDITO DE: ALBINA SUBLETE.
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